Con el comienzo de la crisis, tras el reventón de la
burbuja inmobiliaria, muchas son las veces que el ciudadano de a pie ha oído de
boca de nuestros gobernantes que hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades. Hasta tal punto que algunos llegamos a creérnoslo.
Pero nada más lejos de la realidad. El ciudadano de a pie
tan solo ha tomado las posibilidades que se le ofrecían.
En Añora da la impresión
de que la burbuja sigue todavía intacta, pero no a nivel de ciudadano, sino
desde el Ayuntamiento.
La única forma que tiene este de crear empleo es a base
de empleos temporales y realizando obras que, si bien mejoran la belleza del
pueblo, poco solucionan en el día a día del noriego. Puede dar lugar a tener un
pueblo bonito pero sin opción a vivir en él.
Otro signo de que todavía estamos en aquellos
maravillosos años es el aumento del parque móvil del Ayuntamiento. Parece un
poco excesivo el número de vehículos para un pueblo de 1.500 habitantes.
El polígono Palomares, que parece la salvación al empleo
en Añora, puede que no sea tal salvación. Tan solo hay que observar un poco y
ver de las empresas ya instaladas cuánto empleo hay para la gente del pueblo.
En resumen:
Añora puede estar viviendo por encima de sus
posibilidades, el Ayuntamiento, no los noriegos.
El empleo se crea en el Ayuntamiento a base de obras.
Las empresas de fuera que se instalan aquí crean poco
empleo.
El empleo es fundamental para mantener la población en el
pueblo.